"Os espelhos estão cheios de gente.
Os invisíveis nos vêem.
Os esquecidos se lembram de nós.
Quando nos vemos, os vemos.
Quando nos vamos, se vão?"
Eduardo Galeano: Espelhos

quarta-feira, 25 de dezembro de 2013

Ave Caesar! Io, Saturnalia!

El mundo al revés se burlaba del mundo

Las romanas gozaban de un día de poder absoluto. Durante la fiesta de las Matronalias, ellas mandaban; y los hombres se dejaban mandar.

Las Saturnalias, herederas de las Sacés de la antigua Babilonia, duraban una semana y eran, como las Matronalias, desahogos del mundo al revés. Inversión de las jerarquías: los ricos servían a los pobres, que invadían sus casas, vestían sus ropas, comían en sus mesas y dormían en sus camas. Las Saturnalias, homenajes al dios Saturno, culminaban el 25 de diciembre. Era el dia del Sol Invicto, que siglos después fue Navidad, por decreto católico.

Ave Caesar! Io, Saturnalia! Sir Lawrence Alma-Tadema

Durante la Edad Media europea, el Dia de los Santos Inocentes otorgaba el poder a los niños, a los tontos y a los dementes. En Inglaterra reinaba The Lord of Misrule, el Señor del Desgobierno, y en España disputaban el trono el Rey de Gallos y el Rey de Puercos, que vivían en el manicomio. Un niño, ataviado de mitra y báculo, ejercía de Papa de los Locos y se hacía besar el anillo, y otro niño, montado en un burro, pronunciaba sermones de obispo.

Como todas las fiestas del mundo al revés, esos fugaces espacios de libertad tenían principio y fin. Poco duraban. Donde manda capitán, no manda marinero.


GALEANO, Eduardo. Espejos: una historia casi universal. Buenos Aires: Siglo XXI Editores & Siglo XXI Iberoamericana, 2008. p. 61.

NOTA: O texto "Ave Caesar! Io, Saturnalia!" não representa, necessariamente, o pensamento deste blog. Foi publicado com o objetivo de refletirmos sobre a construção do conhecimento histórico.

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